By La deuda del municipio de Tijuana asciende a los 2 mil 488 millones de pesos, la más alta en Baja California, informó Juan Manuel Hernández Brito, ex presidente del Colegio de Contadores Públicos de Baja California (CCPBC), quien responsabilizó de esta situación a la administración de Carlos Bustamante Anchondo, ex presidente municipal.
Explicó que históricamente se puede ver la deuda pública en tres etapas y tres ex alcaldes: la primera de Jesús González Reyes, para obra pública como el puente de la 5 y 10; la segunda, con Jorge Ramos Hernández y su “whitetopping”; la tercera cuando Carlos Bustamante entra al proceso de renegociar la fuerte deuda heredada de Ramos Hernández.
“En esta última, el ayuntamiento ya tenía pagada una parte importante de la deuda pública, lo que hizo bien, fue consolidar la deuda, es decir de varios contratos que había hizo uno sólo, lo cuestionable del área de finanzas de la pasada administración es que esa consolidación tuvo un costo y sobre todo que aprovecharon el pánico ejercieron más deuda”
Juan Manuel Hernández, precisó que cuando Carlos Bustamante y Ruffo Ibarra Batista, secretario de Finanzas renegociaron, el monto de deuda estaba alrededor de mil 800 millones de pesos y ellos la llevaron a los 2 mil 500 millones de pesos.
“Como hay un tema de opacidad no sabemos con certidumbre para que se utilizó dicho emprésito, se habla de la compra de las luminarias que por otras razones también se han cuestionado”.
Otro dato preocupante, puntualizó, es que de la deuda que heredó Carlos Bustamante, a Jorge Astiazarán Orci, presidente municipal, se ha pagado menos del 3 por ciento, es decir, se ha pagado a capital 71 millones de pesos, lo demás ha ido a intereses.
Hernández Brito dijo que el resultado lo conocemos todos, pues el primer año de la actual administración se vio paralizado, no hubo inversión hacia la comunidad porque la deuda era un tema inhibidor de la inversión.
“Llama la atención escuchar que se piensa contraer más préstamos para el tema del transporte, pero este va a ser manejado por el ayuntamiento o lo va a concesionar y si es así cualquiera es empresario, un negocio que te entreguen así, a quién beneficia”, preguntó.
Insistió que en el caso de la deuda del ayuntamiento de Tijuana, la contratada por Jorge Ramos es la más alta en la historia, que se dijo que sería para detonar la economía de la ciudad, pero sólo fue para unos cuantos, porque el que ejecuto la obra y los insumos no fueron del estado entonces el grueso de los recursos se fueron, además de los negocios afectados por el cierre de calles.
“Al final en ese caso, ¿el endeudamiento fue bueno o malo?, Malo para el grueso de los ciudadanos porque les cerraron las calles, los negocios; malo porque les incrementaron los impuestos y bueno para los poquitos que ganaron y se beneficiaron de la obra”, opinó el expresidente del CCPBC.
En el desglose de la deuda de los ayuntamientos del estado, con cifras de la Secretaría de Hacienda, a septiembre de 2014, después de Tijuana esta Mexicali por debajo de los mil millones de pesos; Ensenada con 352 millones; Playas de Rosaito, pese s ser el municipio “más joven”, suma 176 millones y al final Tecate con 78 millones de pesos.
Destacó que una característica que tiene la deuda pública es que se tiene garantizada con “participaciones federales”, en donde uno de los argumentos fue que este concepto seria creciente por dos aspectos, el primero en el precio del petróleo y el segundo el valor del dinero, lo cual en ningún momento se previó una situación como la que hoy en tenemos.
La industria petrolera, que representa el 40 por ciento de los ingresos del gobierno federal, ya se está vendiendo y la comenzaron a desmantelar y la pregunta es de dónde tendrán sus ingresos y la respuesta está en la elevación o generación de nuevos impuestos.
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