El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró ayer en el Congreso de los Diputados, durante su intervención en el Debate del Estado de la Nación, que el país salió de “la pesadilla” de la crisis y que la gran medida social de su legislatura es haber evitado el rescate económico.
Al tema de la corrupción dedicó menos de cinco minutos, pese a que en los últimos años se han conocido decenas de casos que involucran sobre todo a políticos del gobernante y conservador Partido Popular.
En su respuesta, el líder del Partido Socialista, Pedro Sánchez calificó a Rajoy de mentiroso y resumió la intervención de éste en tres conceptos: Precariedad, impuestos y corrupción. Acusó al presidente de autocomplacencia porque no conoce lo que les pasa a los españoles.
“Usted qué sabe de los españoles?”, le preguntó Sánchez a Rajoy. “¿Por qué calles pasean, con qué gente ustedes hablan?” y más adelante le espetó: “Son ustedes unos sinvergüenzas”, ante un Rajoy molesto como nunca que acusó a Sánchez de no tener nivel en su debut de este debate. “Ha sido patético”, le reprochó.
Durante casi dos horas, Rajoy Brey desgranó sus logros en casi cuatro años de gobierno en un discurso calificado de “triunfalista” por la oposición –“Rajoy vive en el país de las maravillas-, dijeron desde el PSOE, en lo que fue el arranque del último debate de la legislatura previo a las elecciones autonómicas y municipales del próximo mes de mayo y a las generales, previstas para noviembre o diciembre del 2015.
“La nación ha salido de la pesadilla”, declaró Rajoy. “Se ha rescatado a sí misma y crece”, añadió. “El mérito corresponde a España y a los españoles y el gobierno ha hecho lo que tenía que hacer”, dijo y reconoció “el esfuerzo” de los ciudadanos.
Rajoy dedicó el eje central de su primera intervención en el debate, que concluye hoy, a poner en valor la decisión de su Ejecutivo de no solicitar el rescate económico por parte de la Unión Europea y organismos internacionales, a pesar de que, según resaltó, le “empujaban” y le “animaban” a que lo hiciera. “Fuimos prudentes”, repitió hasta en tres ocasiones.
Sin embargo, pidió “no confundir el final de un acto con el final de una obra” porque, subrayó, “aún queda mucho por hacer. Pero nada podrá impedir que se consiga. Si perseveramos y no torcemos el rumbo”.
Rajoy señaló que su gobierno fijó unas “líneas rojas” porque un rescate es “implacable”, ya que “no considera la edad ni la condición social ni la fortaleza o debilidad de cada familia”. “Es una ayuda, pero una ayuda muy exigente que no deja opción para adaptarse a la austeridad ni margen para ayudar a los más débiles”.
En este sentido, aseguró que la “gran medida de política social de la legislatura fue evitar el rescate. La mejor”. Según él, tuvo que emplear dos años “enteros” para “enderezar” el “desastre” que dejó el anterior gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y “ajustar las cuentas”.
Rajoy presumió de estar cumpliendo los tres objetivos que presentó en su investidura: “detener la sangría del paro, estimular el crecimiento y acelerar el regreso de la creación de empleo”. Cuando Rajoy llegó a la presidencia había 5.5 millones de personas sin trabajo y ahora un millón menos, una de las cifras más altas para un país de la Unión Europea.
Admitió que hace tres años el gobierno se enfrentaba a un panorama “invernal, gélido y desolador”, pero recalcó las consecuencias que habrían tenido que sufrir los españoles su hubiera pedido el rescate.
“Queríamos sacar al país del atolladero, detener la destrucción de empleos, pero sin intervención exterior, sin dejar de actuar como país soberano y sin renunciar al control de nuestro destino”, aseveró, para reconocer que fueron dos años de “estrecheces, sin más apoyo que la esperanza”.
Reconoció que “queda mucho por hacer”, especialmente en materia de empleo, e insistió que España está “mejorando y cubriendo las etapas de forma cada vez más rápida” y con un crecimiento “sólido y estable”. “Si no torcemos el rumbo se puede mantener y acelerar”.
El presidente de España expresó que el próximo objetivo si los ciudadanos le avalan para un nuevo mandato será la creación de tres millones de empleos netos: “Es alcanzable”, afirmó, “si no cometemos torpezas”. Pero como la legislatura “no está agotada, ni tampoco la agenda reformista”, Rajoy dio a conocer una serie de medidas a sociales, sobre todo en favor de las familias.
Mientras que al capítulo de la corrupción, que en los últimos años han involucrado a decenas de políticos del PP, dedicó poco menos de cinco minutos en su principal intervención en el Debate de Estado de la Nación.
“El objetivo es secar las fuentes de la corrupción”. No hubo más sobre este tema, ni una sola mención a casos como, por ejemplo, la trama Gürtel, que involucra a altos cargos del PP, incluido su ex tesorero Luis Bárcenas para quien la Fiscalía Anticorrupción pide 42 años de cárcel por media docena de delitos.
Al final de su discurso Rajoy advirtió: “Nada de lo que hemos conseguido es irreversible. Todo está recién construido y se puede deshacer como un azucarillo en el agua. Depende de nosotros mismos”. En consecuencia alertó frente a las “ventoleras ideológicas” o los “que quieren vender remedios mágicos”.
«Pise la calle, señor Rajoy»: Pedro Sánchez
En su intervención, que duró una hora menos que la de Rajoy y en la que por momentos evidenció los nervios del debutante, el líder del PSOE desmintió -según él- en varias ocasiones lo dicho por el mandatario y le reiteró su falta de sensibilidad para gobernar.
Sánchez acusó a Rajoy de “mentir” en el Congreso al proclamar que España evitó el rescate y, para ello, se apoyó en portadas de periódicos nacionales y extranjeros. “Rescue’ en inglés es rescate”, le dijo, mostrando la portada del Financial Times y a propósito de que el líder del PP no habla inglés.
Volvió a recordar a Bárcenas y la trama Gürtel, al denunciar que la regeneración democrática de la que Rajoy presumió desde la tribuna consiste en “golpear a martillazos (destruyeron los discos duros) el ordenador (computadora) de Bárcenas en la sede del PP”.
«Menuda regeneración democrática”, remarcó el socialista, que cuestionó los buenos datos que minutos antes mencionó Rajoy y, aunque reconoció que las previsiones económicas son “positivas”, defendió que los precios que dependen del gobierno “no han hecho más que subir”.
“Usted le sale muy caro a los españoles”, le comentó, tras recordarle que ha subido un 52% el precio medicamentos, un 10% la factura del gas o un 16% la factura del agua.
Insistió en que Bárcenas es uno de los “logros” del Partido Popular. “Mientras los españoles pagan 23 mil millones de euros más en impuestos, usted se comunicaba con un delincuente a través de SMS. Esos son sus logros. Precariedad, impuestos y Bárcenas”, aseveró. “Pise la calle, señor Rajoy. Salga del plasma. En la calle verá cómo se complica la historia”, sentenció el líder del PSOE.
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