Los proyectos de infraestructura de carreteras son una de las inversiones que más sacrificó el gobierno federal en el recorte al gasto público, lo que podría generar incertidumbre a las empresas que se dedican a este sector, coincidieron analistas.
“No es deseable realizar este tipo de recortes porque genera un cierto grado de incertidumbre a las empresas que participan en estos proyectos, ya que les plantea dudas sobre si éste será el único recorte o podrían existir más y eso afectaría sus planes de inversión”, dijo José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDCE).
De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el recorte para proyectos de infraestructura económica de carreteras es de 4,000 millones de pesos; es decir, 16% menos de lo que tenía previsto.
Con dicha disminución se dejarán de remodelar y construir 37 carreteras federales, ya que ahora sólo contarán con un presupuesto de 20,748 millones de pesos (no incluye los otros tipos de caminos).
Anteriormente, se esperaba que la inversión inicial en este rubro serviría para la construcción y modernización de 545.5 kilómetros de la red federal; así como 2,311.7 millones para la liberación del derecho de vía, 1,075.2 millones para estudios de preinversión y 2,237.6 millones de pesos para proyectos de prestación de servicios.
Marco Medina, analista de infraestructura de Ve por Más, comentó que en caso de que se realicen recortes adicionales en lo que resta del año, sobre todo en Pemex y CFE, el escenario podría ser más complicado para las empresas que se dedican a la construcción.
“Del Plan Nacional de Infraestructura, 60% estaba constituido por la construcción de carreteras. Las empresas como OHL, IDEAL, ICA y Pinfra podrían percibir riesgos en los proyectos que se espera licitar por parte del gobierno federal, ya que podrían tener una implicación”.
Agregó que, para el 2016, el panorama para el sector de la construcción podría ser aún más difícil que el 2013, dado que no habrá coberturas petroleras. Por lo tanto, las finanzas públicas podrían verse más desfavorecidas y el gobierno podría realizar menos gastos a inversiones. Al respecto, De la Cruz refiere que la contracción en el precio del petróleo seguirá afectando la sustentabilidad del gasto público, lo que obligará a que el gobierno siga ajustando no sólo la parte del gasto corriente sino también en gasto de inversión.
“El recorte sí inhibe la parte de la construcción de grandes obras de ingeniería civil y la obra pública de carreteras, por lo que el recorte al gasto podría desacelerar el crecimiento del sector de la construcción”, indicó.
De acuerdo con el Portal de Transparencia, entre las remodelaciones y creaciones de carreteras se encontraba la construcción de pasos superiores vehiculares (PSV) en las carreteras de Monterrey-Nuevo Laredo y de Monterrey-Monclova, cuya inversión sería de 325 millones 298,134 pesos.
Asimismo, en el estado de Campeche se realizaría en el Entronque Dzitbalché, una carretera tipo A2 de 144 kilómetros, para alojar dos carriles de circulación; así como la construcción de dos puentes. La inversión sería de 64 millones 61,169 pesos.
En el caso del estado de Guanajuato se esperaba la ampliación de cuatro carriles de la carretera Silao-San Felipe, en una longitud de 63.4 kilómetros. La inversión se estimaba en 43 millones 840,483 pesos.
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