El presidente estadunidense, Barack Obama, presentó hoy su presupuesto centrado en una amplia reforma fiscal y un alza importante de los gastos en infraestructura, investigación y defensa. El documento que contempla un total de cuatro billones de dólares para el presupuesto federal 2015-2016 chocó desde el vamos con los republicanos que controlan el Congreso.
A dos años de dejar el poder, su propuesta, que contempla un incremento de la carga fiscal sobre los más ricos apunta no solo a sentar las bases del gasto público sino también a marcar el tono de la campaña para las presidenciales de 2016.
«En momentos en que nuestra economía crece, nuestras empresas crean empleos a un ritmo sin precedentes desde los años 90, y con salarios que comienzan a subir, debemos hacer elecciones fundamentales para (construir) el país que queremos ser», dijo en un breve discurso en Washington.
Obama recordó la reducción del déficit fiscal, que en 2014 pasó a menos del 3% del PIB por primera vez desde 2007, y consideró que Estados Unidos puede «invertir siendo fiscalmente responsable».
Obama propone un plan de inversiones de seis años en infraestructura por 478 mil millones de dólares. Este monto sería financiado en parte por un impuesto sobre las ganancias en el extranjero de las empresas estadunidenses.
El impuesto sería ejecutado de una sola vez y contemplaría 14% de esos beneficios, que en total representaría 238 mil millones de dólares para las arcas del Estado, según cálculos oficiales.
Las ganancias de empresas estadunidenses en el extranjero no son objeto de impuestos federales a menos que sean ingresados a EU, lo cual lleva a muchas de estas firmas a conservar ese dinero en el exterior.
En el caso de los particulares, el Ejecutivo propone un incremento de 23.8% a 28% del porcentaje máximo de imposición para ingresos por uso de capital y dividendos. También sugiere suprimir una norma que permite no pagar impuestos o pagar muy pocos impuestos sobre ganancias obtenidas a partir de activos heredados.
Para el ejercicio 2016, el déficit presupuestario se mantendrá por debajo del 3%. Equivaldría a 474 mil millones dólares o 2.5% del PIB. La deuda pública federal representaría el 75% del Producto Interno Bruto. Para 2015, el gobierno estadunidense prevé un crecimiento del 3.1%.
Obama buscará asimismo revertir los recortes presupuestarios automáticos, que comenzaron a aplicarse en 2013, aumentando los gastos en 74 mil millones de dólares – la mitad irá al gasto militar- en relación al límite autorizado.
«Si el Congreso rechaza mi propuesta y se niega a dar marcha atrás sobre estos recortes automáticos, pondrá en peligro nuestra economía y ejército», advirtió el mandatario en un editorial publicado en el portal electrónico The Huffington Post.
Para el año fiscal 2016 (que comienza el 1 de octubre de 2015), el presupuesto propone aumentar a 585 mil millones de dólares el gasto militar, un aumento de 38 mil millones en comparación con el año anterior. De este total, 50,900 millones serían destinados a Afganistán y a las operaciones militares contra el grupo Estado Islámico en Irak y Siria.
Si bien varios republicanos han criticado las propuestas del Ejecutivo, podrían alcanzarse acuerdos sobre algunos temas. «Queremos trabajar con esta administración para ver si podemos llegar a un terreno de acuerdo en algunos aspectos de la reforma fiscal», declaró en NBC Paul Ryan, un influyente representante republicano.
Pero el presidente de la Cámara, John Boehner, rechazó la idea de «más impuestos, más gastos» en un texto que, señaló, no propone «soluciones» a la deuda o a la creación de empleo.
Otro tema de disputa entre la Casa Blanca y la oposición son los recursos para el Departamento de Seguridad Interior -que incluye las tareas de seguridad fronteriza y servicios de inmigración-, y que los adversarios del presidente se niegan a aprobar para frenar la implementación de las reformas migratorias de Obama. El financiamiento para ese departamento expira el 27 de febrero.
El presupuesto prevé además una ayuda de mil millones de dólares a Centroamérica, en particular a El Salvador, Honduras y Guatemala. Estos fondos serán utilizados para reforzar la seguridad y frenar la migración clandestina.
La Casa Blanca indicó que el presupuesto busca «incorporar la economía de la clase media al siglo XXI», generando mayores ingresos «y permitir a cada uno compartir un pedazo de la prosperidad creciente de Estados Unidos».
En un comunicado, la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca (OMB) dijo que esta propuesta ayudará a las familias trabajadoras a sentirse más seguras con cheques de pago que alcance para más y ayudar a los trabajadores estadunidenses a mejorar sus habilidades para que puedan competir por empleos mejor pagados.
Para lograr este último objetivo, el presupuesto incluye un programa para otorgar educación gratuita por dos años en colegios comunitarios a favor de unos nueve millones de personas y estudiantes.
La OMB dijo que el presupuesto «hace críticas inversiones en áreas como investigación, educación, capacitación e infraestructura, necesarias para acelerar y mantener el crecimiento económico en el largo plazo».
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