By -Los fuertes vientos y corrientes marítimas de la costa rosaritense podrían haber acabado con la vida de Scott Robert Fippinger, un joven de 20 años de edad que estudiaba la carrera de antropología en la Universidad Estatal de California con base en San Marcos.
Scott viajó hasta Rosarito acompañado por un grupo de tres amigos apenas la semana pasada. Buscaban aprovechar las vacaciones en un lugar con playa para acampar y surfear en la zona. Por ello, eligieron situarse en una zona cercana a Playas de Rosarito, un acantilado con caída de 12 metros que presuntamente le dio la muerte.
Las amistades de Fippinger narran que su compañero se retiró del campamento en algún punto alrededor de las 3:30 de la mañana, aunque no le dieron mayor importancia al pensar que sólo se levantaba a orinar.
A la mañana siguiente, el joven todavía no regresaba y en realidad, nunca regresó. Su teléfono celular fue lo último que dejó, justo al borde del precipicio, además de un pedazo de tela. Se cree que cayó por el despeñadero accidentalmente aunque desconocen las razones.
¿Asomarse por curiosidad? ¿Ser arrastrado por el viento? ¿Intenciones de tirar un clavado, ignorando la peligrosa marea? De momento, los familiares del desaparecido reportan para UT San Diego, estar en búsqueda del estudiante. Con apoyo de las autoridades mexicanas, y de pescadores voluntarios, han estado buscando al veinteañero por cielo, mar y tierra, esperando encontrar el cuerpo.
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