El sacerdote de la diócesis de Apatzingán, Michoacán, Gregorio López aseguró que la muerte de su “tocayo” en Ciudad Altamirano fue sin lugar a dudas por la denuncia “clara contra el cártel de Guerreros Unidos”.
En entrevista en la primera emisión de Imagen Informativa, el padre Gregorio López afirmó que es muy fuerte la situacion que se vive en Guerrero así como en Michoacán.
Y se dijo preocupado de que el “Episcopado no haya alzado la voz, no ha sido tan contundente en denuncias como debiera hacerlo. Han mandado una carta pero faltan más acciones”.
Yo creo que por ahí, invitaría al Episcopado a que tome acciones más claras. (…) Han sido más prudentes que valientes y yo creo que hay que saber combinar esto”.
Gregorio López pidió no dejar impune este asesinato así como el de otros tres sacerdotes más muertos en esa misma diócesis, “entonces estamos hablando de algo preocupante” donde actualmente se ha llegado a una debable de los valores.
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