Por poco artístico que suene, el cantante Ed Sheeran no tiene ningún problema en reconocer que presta mucha atención a las cifras de venta de sus discos y a la manera en que sus apariciones televisivas repercuten en los puestos que ocupa en las listas de éxitos internacionales.
“Sé que no es muy artístico preocuparse por la forma en que funciona el negocio, pero quiero conocer los números. Todos somos así, Drake es así. Y Taylor Swift conoce cada detalle de todo”, explicó el intérprete a su paso por el edición británica del concurso The X Factor, donde confesó una de sus mayores obsesiones personales: “Después del programa me pondré a actualizar iTunes para ver en qué posición está mi canción. Por supuesto que sí. Después de cada programa de televisión, bien sea grande o pequeño, miro la reacción que provoca. Y lo comparo con la posición en la que estaba [mi álbum] la semana anterior”.
La manía controladora de Ed, quien participó en el Victoria´s Secret Fashion Show, también se extiende al estado de sus finanzas, ya que es muy consciente de que nadie le garantiza que su éxito musical, y el dinero que este conlleva, dure para siempre.
“En los viejos tiempos los mánagers eran unos ladrones, los sellos discográficos se quedaban el cincuenta por ciento de las ganancias, pero ahora la gente es más precavida. Cuando firmé mi contrato, mi mánager -que solía trabajar en [la compañía] Atlantic- dijo: ‘Sé qué condiciones le ofreciste a James Blunt la semana pasada, así que le ofrecerás exactamente las mismas a Ed porque sé que puedes’. Antes era en plan: ‘Contrato discográfico. Ok, vamos a firmar’. Pero las estrellas del pop ahora son más sensatas, porque esto no dura para siempre. Aprovecha tu momento, gana dinero y cómprate alguna propiedad para que, cuando todo se vaya a la mi**da, tengas algún lugar donde caerte muerto”, aseguraba recientemente el artista a la revista GQ.
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