El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de visita hoy en Birmania, llamó a su par birmano, el presidente Thein Sein, a acelerar las reformas democráticas que empezaron hace cuatro años tras casi medio siglo de gobierno militar.
«El proceso no ha terminado», declaró Obama en la capital birmana, Naypyidaw, tras su encuentro con el ex general Thein Sein, refiriéndose a problemas como la violencia que sufre la minoría musulmana de los rohingyas o al marco de las elecciones legislativas previstas para finales de 2015.
«El cambio es difícil y los avances no siempre se producen de forma lineal (…) pero pese a ello soy optimista», aseguró el mandatario, en vísperas de un encuentro previsto en Rangún con la opositora birmana y premio Nobel de la Paz San Suu Kyi. Thein Sein tildó su conversación con el presidente estadunidense de «franca» y pidió tiempo para unas reformas que considera difíciles.
Obama llegó a Birmania en el marco de una cumbre de países del sudeste asiático (ASEAN) que se celebra en la capital administrativa del país, Naypyidaw. Las reformas democráticas empezaron en 2011, cuando Thein Sein llegó al poder con un gobierno formado casi exclusivamente por civiles.
Los países occidentales retiraron entonces la mayoría de sanciones y el gobierno liberó a los presos políticos y levantó parte de la censura a los medios, unas medidas que han favorecido la llegada de nuevos inversores.
Sin embargo, en los últimos meses, la ONU y las asociaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado nuevas persecuciones contra opositores y periodistas, así como la política de represión de los rohingya, una minoría musulmana del oeste del país.
«Uno de mis principales mensajes durante esta visita es que el gobierno de Birmania tiene la responsabilidad de asegurar la seguridad y el bienestar de todas las personas en el país», dijo Obama.
Cerca de 140 mil rohingyas viven hacinados en campos de refugiados en el estado de Rakhine, en el este, tras los enfrentamientos religiosos en la región hace dos años que dejaron varios muertos entre los miembros de esta minoría.
Aung San Suu Kyi, con quien Obama se reunirá mañana, denunció hace unos días el «exceso de optimismo» sobre los avances democráticos, antes de las elecciones generales previstas el año que viene.
Aunque su partido está subiendo en las encuestas, la opositora está llevando a cabo una campaña para cambiar la constitución aprobada en los años de la junta militar que le impide presentarse a las elecciones.
El texto, cuya reforma empezó a debatirse hy en el parlamento, también reserva una cuarta parte de los escaños a militares que no han sido elegidos en las urnas. Las acusaciones sobre los abusos de derechos humanos han ensombrecido la cumbre que el miércoles reunió en la capital birmana a los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Obama estaba llevando a cabo una gira por Asia, que empezó en Pekín con la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), y seguirá en Australia con la cumbre del G20.
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