Miles de personas marchaban hacia el palacio presidencial de Burkina Faso tras incendiar el edificio del parlamento y saquear las instalaciones de la televisión estatal, obligando al presidente, Blaise Compaoré, a descartar un plan para extender sus 27 años de gobierno.
Los manifestantes eran mantenidos a distancia del palacio de Compaoré por militares de la guardia presidencial que multiplicaban los disparos de advertencia, aunque al final, sobrepasados, se batieron en retirada.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes encolerizados, gritaban a voz en grito «Liberen Kosyam», el nombre del palacio presidencial.
Los servicios de emergencia dijeron que al menos tres manifestantes fueron abatidos a tiros y otros resultaron heridos por las fuerzas de seguridad cuando la multitud intentó irrumpir en la casa del hermano de Compaoré.
Las fuerzas de seguridad también dispararon ráfagas de fuego real y gases lacrimógenos contra la gente cerca del complejo presidencial, en el vecindario de Ouaga 2000.
Humo negro se elevaba en el cielo por encima del parlamento después de que la multitud prendiera fuegos dentro del edificio, antes de saquear los computadores y televisiones y derribar las motos policiales.
Los legisladores debían votar el jueves un plan del Gobierno para cambiar la Constitución y permitir que Compaoré -quien se hizo con el poder en un golpe de estado en 1987- se presente a la reelección el próximo año, cuando debía abandonar el cargo.
El ministro de Comunicaciones, Alain Edouard Traoré, dijo más tarde que el Ejecutivo descartó la propuesta de enmendar el límite de dos mandatos presidenciales.
No obstante, los manifestantes dijeron que no pararán hasta que Compaoré dimita.
En la segunda ciudad del país, Bobo Dioulasso, la alcaldía y la sede del partido de Compaoré fueron incendiados, señal de que las manifestaciones se extienden más allá de la capital.
«Hicimos esto porque Blaise quería quedarse demasiado. Estamos cansados de él», dijo Seydou Kabre, un manifestante en Uagadugú. «Queremos un cambio. ¡Debe irse!».
La mayoría de los diputados no había llegado aún a la votación cuando irrumpieron los manifestantes, que levantaron barricadas fuera del parlamento desde temprano.
La radio local y una fuente diplomática dijeron que los líderes de la oposición se reunieron con el influyente general del Ejército Kouame Lougue para tratar una posible transición.
La misma fuente dijo que miembros del Gobierno de Compaoré fueron arrestados en el aeropuerto cuando intentaban huir del país.
Para el régimen, que llegó al poder tras el golpe de Estado de 1987, se trata de la peor crisis después de la ola de motines que hicieron temblar el poder de Compaoré en 2011.
Compaoré ya había modificado dos veces el artículo 37 de la Constitución para mantenerse en el poder, y ahora defiende la legalidad de este tercer retoque.
Pero la oposición teme que este nuevo cambio, con pocas posibilidades de ser retroactivo, perpetúe en el poder al presidente ya elegido cuatro veces con mayorías aplastantes, al obtener no uno sino tres mandatos suplementarios.
«El 30 de octubre se producirá la primavera negra de Burkina Faso, a semejanza de la primavera árabe», aseguró el miércoles Emile Pargui, ex-candidato presidencial y dirigente de un influyente partido de la oposición, que evocó la «toma de la Bastilla».
El martes, centenares de miles de manifestantes salieron a la calle en Uagadugú (un millón, según la oposición), para denunciar un «golpe de Estado institucional», y el miércoles, una «huelga general» convocada por los sindicatos y la sociedad obtenía un moderado éxito, acompañado de nuevas protestas.
La Unión Europea ha pedido que se abandone el proyecto de revisión constitucional al considerar que pone en riesgo la estabilidad del país y los progresos democráticos, mientras que Estados Unidos ha asegurado sentir «preocupación» por el espíritu y las intenciones del proyecto de ley.
Estados Unidos preocupado por Burkina Faso
Estados Unidos dijo este jueves que está «profundamente preocupado» por la crisis que se desarrolla en Burkina Faso.
«Llamamos a todas las partes, incluidas las fuerzas de seguridad, a poner fin a la violencia y regresar a un proceso pacífico que permitirá dar a Burkina Faso un futuro basado en los principios democráticos duramente ganados», dijo la Casa Blanca en un comunicado, después de que manifestantes incendiaron el Parlamento en Uagadugú.
El comunicado, leído por la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Bernadette Meehan, urgió a todas las partes a actuar pacíficamente pero criticó el intento de cambiar las reglas de las elecciones.
«Creemos que las instituciones democráticas se fortalecen cuando las reglas establecidas se cumplen con consistencia», dijo Meehan.
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