Cuba se mostró sorprendida por la reciente revelación que el gobierno de Estados Unidos (EU) emitió, ya que pensaba atacarla en febrero de 1976 como represalia por el apoyo isleño a la independencia de países africanos.
“No teníamos idea de que (el ex secretario de estado,Henry) Kissinger estaba proponiéndole en ese momento al presidente (Gerard)Ford que arrasara con la isla”, aseguró al portal oficial Cubadebate,Néstor García Iturbe, quien representó al gobierno de La Habana en las primerasnegociaciones –en ese entonces secretas– entre ambos países desde el triunfo dela Revolución cubana y que se desarrollaban en ese entonces.
“Creo que vamos a tener que aplastar a (Fidel)Castro”. Así le habló el ex secretario al entonces presidenteestadunidense durante una reunión en el Despacho Oval en 1976.
Según los documentos desclasificados por la bibliotecapresidencial, Gerald R. Ford a petición del Archivo de Seguridad Nacional, ungrupo independiente de investigación con sede en Washington DC, la respuestadel presidente a Kissinger fue: “Estoy de acuerdo”.
“Si decidimos usar el poder militar debemos teneréxito”, advirtió también el ex secretario en aquella reunión en la CasaBlanca, celebrada en marzo de 1976 y en la que también estaba presente elentonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
Un recuento sobre el hecho, forma parte en un nuevo libro,Back Channel to Cuba, escrito por William M. LeoGrande, profesor de la AmericanUniversity, y Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación Cubana delArchivo de Seguridad Nacional. La revelación conmocionó por completo al pueblo cubano perohasta ahora no había comentarios oficiales o de los involucrados por la parteisleña.
Según los documentos, el ex presidente norteamericano,Kissinger, pidió “machacar” a Cuba en febrero y en marzo argumentó lanecesidad de un ataque para “humillar” a los cubanos y bombardearinstalaciones en la nación caribeña. El ataque había sido pensado para despuésde las elecciones estadunidenses de ese año, pero fue el demócrata Jimmy Carterquien las ganó, frustrando por completo el proyecto.
“Sabíamos que no estaban felices con nuestra presenciaen África y lo habían dicho por escrito. Pero ellos estaban financiando en esemomento las fuerzas sudafricanas que invadían a Angola. Nosotros podíamos estartan molestos como ellos y no interrumpimos las conversaciones ni planificamosbombardeos”, confirmó García Iturbe.
El reporte de Cuba debate indicó que Washington cambió su estrategia y en vez de un ataque directo optó por impulsar acciones terroristas pues en los últimos seis meses de 1976 se detonaron más de 50 bombas contra instalaciones cubanas en el exterior, incluyendo la voladura de una aeronave civil cubana de aviación con 73 personas a bordo.
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