Hablar de lo sucedido aquel 2 de octubre de 1968 es referirnos a un encuentro de la sed de justicia contra la avaricia de privilegios con todo el poder que representa. Es hablar del fervor de un gran grupo de estudiantes por desear se les respete sus derechso contra un gobierno que poco tolera que se le contradiga.
Todo indica a que el inconformismo por las situaciones donde claramente hay una resistencia a mejorar no es atributo exclusivo de una generación sino un sentir de todos aquellos que comparten el valioso rol de ser estudiante. Fuera de los motivos por los que se llevó al movimiento de tales años, lo que representa es lo que tomaremos para esta columna como base de comparación de la situación presente en ese ámbito.
No se ha olvidado.
Al idear esta columna tenía la mente hablar sobre los “porque no” se debería olvidar la esencia de tal icónica fecha, pero poco tarde en caer en cuenta que no estamos lejos de continuar en la línea por la que se salió a la calle en aquellos días. Si bien ha habido distintas muestras estudiantiles rescato 2 que han cobrado mayor relevancia:
Caso #YoSoy132. No es difícil recordar aquella ocasión en el 2012 donde en una presentación en la universidad Iberoamericana el entonces candidato Enrique Peña se enfrentó a una serie de reclamos de parte de los estudiantes quienes señalaban actos que ellos consideraron incorrectos durante su gestión como gobernador del Estado de México. De tal manera y con un poco de ayuda del mal manejo de crisis de su equipo de campaña es que resulto el movimiento “#YoSoy132” donde estudiantes de distintas universidades y a nivel nacional (incluso internacional) salieron a las calles a manifestar su inconformidad con aquel candidato. Si bien los resultados no fueron los que ellos deseaban en los resultados de las elecciones si podemos decir que existe un antes y un después de su movimiento en tales fechas.
Caso Politécnico. En la fecha que publico esta columna estamos viviendo la movilización de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional quienes de manera coordinada buscan impulsar 10 puntos en respuesta a recientes cambios al reglamento que fueron aprobados sin consultar al estudiantado ni a los catedráticos. Teniendo como medio manifestaciones pacíficas donde se deje claro el rol de estudiante. A la fecha han logrado la renuncia de la directora (punto que solicitaban) así como un encuentro público con el secretario de gobierno quien les ha reconocido y aceptado sus peticiones. Coincidiendo con los comentarios de Carlos Marín en su columna reciente, la diferencia entre el 2 de octubre y este suceso está en la disposición a el dialogo.
No vayamos tan lejos, ahora que se avecina la elección del nuevo rector de la Universidad Autónoma de Baja California los estudiantes han dado una grata sorpresa al involucrarse en el proceso exigiendo mecanismos más democráticos para su elección así como señalando actos que consideran incorrectos de a su administración.
En los casos mencionados se ha tenido en común que las autoridades involucradas se vieron marcadas teniendo que actuar para evitar el continuar con esa serie de acusaciones. Es importante señalar que las agresiones físicas como en aquel año ya no se muestran con tal gravedad, pero siempre deberá ser prioridad la solución por medio del diálogo.
De otra manera si tales grupos de estudiantes hubieras decidido solo ser testigos de los atropellos la balanza de la justicia no hubiera sido forzada al equilibrio.
¿Qué sigue?
Para bien de todos los fantasmas del 68 no se han ido, siguen transmitiendo su energía a ya tantos años de su momento. Está en nosotros como jóvenes y estudiantes reconocer el potencial que tenemos para mejorar nuestro entorno, y asi canalizar nuestras ideas de cambio para que de una manera civilizada y en grupo se logren los anhelos.
Hay que ser protagonistas de nuestros ideales y apoyar a líderes juveniles locales que tengan ese sentir, como es el caso de Rebeca Santacruz líder tijuanense como con ideales claros como pocas, aprovecho para enviarle un gran abrazo por su reciente cumpleaños.
Entre más participación de jóvenes y estudiantes se tenga mayores expectativas de un futuro mejor se podrá tener.
Por Gerardo Salas.
@gsalas_
http://www.facebook.com/GerardoSalasL
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