Tranquilo… También te damos la solución.
No queremos alarmarte, pero tu trabajo podría acabar con tu vida.
Si no nos crees, revisa este estudio publicado en el diario médico, The Lancet, que concluyó que la gente que trabaja largas horas, tiene 30% más de riesgo de desarrollar diabetes tipo dos, que aquellas personas que trabajan menos.
La investigación, que abarcó los cinco continentes y siguió la historia de 200 mil sujetos durante siete años, encontró que los trabajadores que laboran más de 55 horas a la semana, en lo que llamaron el “estatus socioeconómico bajo”, tenían 30% más de probabilidades de desarrollar diabetes tipo dos, que aquellas personas con jornadas laborales más cortas.
Aunque es una prueba fehaciente, ciertamente no es la primera que nos confirma que el trabajo terminará por matarnos. No importa si tu trabajo es manual o no, en una oficina o desde casa, amenazas como enfermedades crónicas, un estilo de vida sedentario y diversos virus te acechan.
¿Cuál es la solución? Lee y descubre las amenazas que hay en tu escritorio y toma decisiones a partir de allí.
No… Acabar con tu jefe no es una opción.

– Las labores multitasking pueden encoger el cerebro: Tu trabajo requiere muchomultitasking, lo que te mantiene alerta, ¿no es así? Responder cinco emails a la vez, mientras hablas por teléfono y le envías un mensaje de texto a un amigo pueden hacerte sentir dinámico y enfocado. Pero los investigadores de la Universidad de Sussex encontraron que ser multitasking con herramientas tecnológicas disminuye la materia gris del cerebro, y bajas concentraciones de ésta, se vinculan con ansiedad y depresión.
Solución: enfócate en una cosa a la vez.
– Sentarte durante demasiado tiempo puede quitarte años de vida. Pasar sentado muchas horas del día aumenta en 125% las probabilidades de padecer enfermedad cardiovascular, y el riesgo por otras causas en 50%. ¡Cualquier otra causa! Eso es todo: Desde cáncer hasta darte un golpe en la cabeza.
Solución: usa un escritorio que te permita estar de pie o asegúrate de caminar por la oficina varias veces cada hora durante cinco minutos.

– La comida de oficina puede hacerte consumir mil calorías extra a la semana. ¿Te dan caramelos en la oficina? Pues esos antojitos pueden hacerte engordar, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Cornell, que señala que podría aumentar el conteo calórico en mil cada semana.
Solución: aléjate de las golosinas en el trabajo.
– Las luces fluorescentes dañan la retina: ¿Sabes esas horribles luces de tu oficina? Pues son más que molestas. Los científicos han hallado que la exposición a largo plazo a estas luces puede contribuir a la degeneración senil de la mácula de la retina, trastorno que puede hacer que la visión sea borroso, o incluso llegar a la ceguera.
Solución: Si tienes tu propia oficina, apaga la luz central y usa una lámpara de escritorio. Pero si estás en un cubículo, no hay mucho que puedas hacer al respecto.

– Las oficinas “verdes” pueden agravar el asma: Las oficinas “verdes” se crearon para ser más saludables para las personas y el medioambiente, pero el American Journal of Public Health encontró que los edificios verdes pueden desatar episodios de asma. El Dr. Nathan Rabinovitch, especialista en asma de Denver, alega que la falta de aire puede afectar la irritación en los pulmones y dificultar la respiración.
Solución: Mmmm… Estamos investigando.
– La jarra de café de tu oficina es un hervidero de gérmenes. ¿Café gratis? Un estudio reciente presentado en una reunión de la American Society for Microbiology mostró que las oficinas tienen muchos gérmenes. Tarda apenas entre dos a cuatro horas para que un virus se esparza en una oficina, luego de que una persona que cargue un germen toque la jarra del café. Y cuando tocas un objeto de uso común depositas entre 30 a 50% de los gérmenes que hay en su superficie.
Solución: Usar gel antibacterial o toallitas reduce en 60% las posibilidades de que un virus llegue a otras superficies.

– El plan de tu oficina es estresarte. Un estudio del Journal of Applied Psychologyencontró que un grupo de trabajadores expuesto a un plan de oficina abierta y ruidosa, se rindió ante una retadora tarea cognitiva mucho más rápido que aquellos a los que se les permitió trabajar en silencio.
Solución: El mismo estudio encontró que usar audífonos o bloqueadores de sonido aumenta la concentración.
– El estrés aumenta las probabilidades de desarrollar una enfermedad crónica. Los efectos del estrés, como condiciones coronarias, duran por más de diez años luego de un período estresante en tu vida. Un estudio de Penn State University encontró que las personas que estaban mortificados en demasía sufrieron los efectos de su estrés más de una década después.
Solución: Meditar, hacer yoga.
– Podrías simplemente caer y morir. Las oficinas fueron escenarios de más de 80.410 lesiones en el trabajo en 2008, de las cuales 25.790 eran por tropiezos y caídas. De hecho, el National Safety Council alega que eres 2.5 veces más propenso a sufrir una severa caída en el trabajo, que en cualquier otro sitio.
Solución: Cavar un hueco y quedarse allí hasta que inventen oficinas oficinas más seguras.
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