La selección de Estados Unidos mantiene el gran paso y la posibilidad de ganar la Copa Mundial de la FIBA en España 2014, ya sin los locales en la disputa y tras vencer a Lituania por marcador de 96 a 68.
La sorpresa del miércoles, con la derrota de España a Francia trajo un atmósfera e esperanza, el Palau Sant Jordi lució lleno por primera vez, con una mayoría de lituanos que esperaban otro milagro. Que no llegó.
El entrenador Mike Kryzewski dio una nueva muestra de la gran rotación que tiene su equipo, sobre todo cuando cuenta con Stephen Curry y Klay Thompson, compañeros en Goleen State capaces de cumplir funciones muy similares, letales en los tiros triples durante la semifinal.
Lituania dio un gran primer cuarto, pero en los últimos minutos una racha de ocho puntos sin respuesta les quito el liderato y marco el despertar estadunidense, con buena participación de Derrick Rose, que sigue creciendo y puede llegar en gran forma a la final.
El «coach K» también alternó a sus hombres altos, DeMarcus Cousins, Anthony Davis y Mason Plumlee para desgastar a Jonas Valanciunas, el jugador de 22 años de los Raptors de Toronto era la mayor amenaza pero ni con el apoyo de Donatas Motiejunas y los gemelos Lavrinovic pudo contrarrestar la intensidad en la pintura de los americanos. Kenneth Faried había adelantado que la arena llena lo inspiraría a jugadas espectaculares y respondió con al menos dos clavadas que levantaron a todos de sus asientos.
El tercer cuarto fue clave, dos triples consecutivos de Curry y James Harden encendieron al campeón del mundo y la ventaja de ocho puntos al medio tiempo se acrecentó hasta 27 para entrar al último cuarto.
Con esa distancia quedó definido el camino a la final y prácticamente al título, pues Francia les hizo el favor de dejar fuera al único equipo que parece tener suplentes con la capacidad de aguantarle el ritmo a Estados Unidos, que no trajo a los grandes nombre como LeBron James o Kevin Durant, pero no ha dado por perdido un solo rebote o regalado un minuto de partido a pesar de las amplias ventajas que ha mantenido.
Lituania volverá a su lugar natural, peleando por el tercer puesto, su aspiración desde su primer torneo importante en Barcelona 1992 y a las estrellas de la NBA solo 40 minutos los separan del título.
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