By La justicia chilena condenó con penas de cárcel a once ex oficiales de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), en dos causas de violaciones a los derechos humanos por secuestro y tortura de catorce personas, entre ellas dos diputados.
En el primer caso, la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó la sentencia de tres años de cárcel contra el ex general Roberto Schmied, ex director de la Central Nacional de Informaciones (CNI) -la Policía secreta de Pinochet desde 1977- y otros tres ex agentes por torturas al actual diputado Sergio Aguiló, indicó en un comunicado el Poder Judicial.
Aguiló, actualmente diputado de la Izquierda Ciudadana (IC), fue detenido y torturado en un cuartel de la CNI en diciembre de 1981. Por este caso, también se ratificaron las penas de 61 días de presidio para otros dos ex agentes de la CNI. A todos se les concedió el beneficio de la remisión condicional de la pena, y sólo el ex agente Álvaro Corbalán está en la cárcel condenado a prisión perpetua por otras causas de derechos humanos.
El fallo «permite tener más confianza en los tribunales de justicia de que, en los casos de violaciones a derechos humanos, se está haciendo justicia», afirmó Aguiló a medios locales. En el segundo caso, el juez Miguel Vásquez condenó a cinco ex oficiales de la Fuerza Aérea de Chile (Fach) por el homicidio calificado de Alfonso Carreño, y por el secuestro de otras doce personas, todos ellos vinculados a partidos de izquierda, según otra nota del poder Judicial.
En la lista de secuestrados se encuentra Guillermo Teillier, el actual diputado y presidente del Partido Comunista (PC) quien, junto a las otras víctimas, fue detenido y luego interrogado y torturado en la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea de Chile en 1974, indicaron los antecedentes de la causa.
Por este caso, el ex coronel Edgar Cevallos fue condenado a 27 años «por homicidio calificado y secuestros calificados», mientras que otros cuatro ex oficiales se les impusieron penas de entre cinco y diez años por secuestro. En esta causa, ninguno de los acusados está detenido. Los condenados pueden acudir a la Corte Suprema para revisar el caso.
La brutal dictadura de Pinochet acabó con la vida de más de 3,200 personas y dejó 38 mil torturados, según cifras oficiales.
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