Para que llegara a ser el más respetado de la selva, un león pasó por ser un cachorro frágil que con protección de los adultos y un entrenamiento oportuno llego a ser un gran líder de su entorno. Con esta visión podemos comprender el rol de los emprendedores en la economía, sobre todo al tratarse de jóvenes ya que de acuerdo a las estadísticas es en esta etapa de la vida donde se tiende a emprender más.
Lo anterior no es mera cuestión filosófica, sino que la solución a problemáticas serias que vivimos. Actualmente el 40% de los recién egresados están desempleados o les cuesta mucho encontrar empleo, ya que por cada 4 nuevos profesionistas hay solo 1 oferta laboral; sin contar que ofrecen un sueldo deprimente en funciones en las que hace unos años solo se requería tener preparatoria. La causa es la poca cantidad de empresas, ya que de lo contrario existirían suficientes vacantes para que los recién egresados pudieran emplearse. Visto desde otra perspectiva, si existiría una mayor proporción entre oferta y demanda, por cuestiones de competitividad, se ofrecería un sueldo más justo que a su vez promoverá el consumo, mayor pago de impuestos y la económica tendrá un aspecto más sano.
Aunque llegue a sonar fantasioso no resultaría tan complicado llevarlo a la práctica, y más aún al tener en cuenta que existen tendencias muy favorables para cumplir este objetivo. Cada vez hay más jóvenes interesados en lo que se le conoce como emprender, es decir, iniciar desde cero un negocio propio logrando auto-emplearse junto a sus socios y teniendo el potencial de general empleos, allí estando aporte principal a la economía.
Al menos que se ingrese a un denominado océano azul, en esa etapa el proyecto es apenas un cachorro rodeado de empresas que acaparan el mercado estando indispuestos a compartirlo, por lo que las acciones para sacarlo del mercado serán inminentes. Podríamos creer que sería correcto que dominen las empresas más fuertes, pero al propiciar oligopolios los precios de venta y las condiciones de sus productos o servicios resultan orientadas a favor de las utilidades y no de la calidad e innovación.
Es así, como proteger y apoyar los proyectos empresariales en sus primeras etapas resultaría vital para generar más y mejores empresas para nuestro país, regulando así los mercados y fomentando una sana competitividad.
Proteger con estímulos fiscales que se traduzca en una cancha más pareja con sus competidores más experimentados y apoyar tanto con recursos tanto financieros como asesorías y capacitaciones oportunas que le genere una visión empresarial con sentido holístico que contrarreste el principal motivo del cierre de negocios que es la falta de conocimiento y además genere mayores posibilidades de éxito en su emprendimiento, lo que al final traería beneficios para la economía.
Hay que tener en cuenta que las grandes empresas multinacionales alguna vez fueron solo un proyecto emprendedor, por lo que para que nuestro país sea competitivo hay que apoyar iniciativas que tengan ese potencial
En conclusión, el promover y fortalecer los nuevos proyectos productivos encabezados por jóvenes de esta manera junto con el impulso a las pequeñas empresas se tradujera en una inversión para logar un mayor desarrollo económico.
Por Gerardo Salas.
@gsalas_
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