Un incremento arbitrario en el salario mínimo puede provocar tres reacciones “indeseables” en las empresas, advirtió el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
La primera es que las empresas decidan trasladar ese aumento en costos a los precios del consumidor fina, lo que generaría más inflación y «de alguna manera derrota el objetivo de aumentar el salario real de las personas».
La segunda alternativa sería simplemente correr al trabajador o no contratar a ningún trabajador adicional, lo que también es sumamente inconveniente, apuntó.
Una tercera opción es que el empresariado evada el salario mínimo, pese a que la ley diga que tiene que pagar más, lo «va a aumentar la informalidad», pues al no cubrir el minisalario, lo más probable es que tampoco pueda mantener al trabajador en todas las instituciones de seguridad social.
En opinión del gobernador del Banco de México debemos concentrarnos en implementar bien las reformas, que son las que van a hacer que aumente la productividad.
En la presentación del “Informe trimestral de inflación, abril-junio 2014”, aclaró que es bueno debatir la forma en cómo aumentar el salario mínimo, como han planteado algunos actores políticos, pero estimó que la mejor forma es con base en la productividad del trabajador.
Comments