La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció hoy «la tendencia continuada» de atacar con artillería las instalaciones, vehículos y personal médico en Gaza.
El brazo sanitario de Naciones Unidas recordó en un comunicado a las dos partes en conflicto su «obligación legal y ética» bajo la ley humanitaria internacional de proteger los servicios médicos.
Es por ello que solicitó a ambas partes que respeten y protejan la integridad de los sistemas de salud, a los trabajadores sanitarios y los centros hospitalarios.
«Para poder salvar vidas es esencial que los trabajadores de salud actúen sin miedo a ser atacados», recalcó.
Cuatro hospitales del territorio palestino han sufrido daños desde el inicio de la ofensiva militar israelí en Gaza el pasado 8 de julio.
La semana pasada el hospital de Al Aqsa fue atacado directamente tras lo que murieron un elevado número de personas y quedaron destruidas las áreas quirúrgicas, las de cuidados intensivos y el equipamiento para salvar vidas.
El hospital contaba con un centenar de camas y era el principal centro sanitario en el centro de Gaza.
Además, doce clínicas, diez ambulancias, un centro especializado para personas discapacitadas y dos estaciones de desalinización del agua han quedado destrozados, según el recuento que la OMS hizo hasta el pasado viernes.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, también se ha referido en sus comentarios sobre el conflicto en Gaza a la necesidad de que los centros sanitarios no sean objetivos militares y que sean protegidos a fin de que puedan llevar a cabo sus labores de asistencia médica de emergencia.
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