Baja California ha demostrado ser un Estado acostumbrado, por naturaleza, a enfrentar retos. Y no sólo de manera literaria, sino también a través de las analogías que estructuran nuestra sociedad.
En estos últimos días de un meteórico 2024, el viento sopla con determinación en la frontera más transitada del mundo, preparándonos para enfrentar un panorama cargado de desafíos y posibilidades.
Sin embargo, ese tipo de escenarios forman parte de nuestro día a día, y sabemos cómo desafiarlo. No hay duda alguna.
Para comenzar, el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha revivido viejas tensiones comerciales, esta vez bajo la amenaza de un arancel del 25% a productos mexicanos.
Siendo una región que depende profundamente de su conexión con el vecino del Norte, esto podría parecer una tormenta anunciada.
Pero aquí la importancia de verlo de otra manera: la resiliencia que ha definido históricamente al Estado 29 será nuevamente nuestra mayor fortaleza.
Y es que la narrativa política y económica está marcada por dos conceptos preponderantes: incertidumbre y oportunidad.
Mientras en Washington se discuten políticas proteccionistas, en Tijuana, Mexicali, Tecate y Ensenada se trazan estrategias para mantener la competitividad de sectores que son el corazón de la economía estatal: el aeroespacial, el médico, el industrial y el inmobiliario.
Entre cielos, sector médico y el crecimiento vertical e industrial
Desde las líneas de producción en Mexicali hasta los centros de diseño en Tijuana, la esquina Norte del país sigue siendo un nodo clave en la industria aeroespacial global.
Empresas que producen componentes para gigantes de la aviación enfrentan el desafío de mantener costos competitivos ante las posibles barreras comerciales.
En este contexto, líderes de cámaras empresariales insisten en la necesidad de invertir en tecnología avanzada y capacitación. “La clave está en agregar valor desde la innovación”, nos han recalcado diversos presidentes de cámaras.
Agregado a esto, y siendo el hogar de la mayor concentración de empresas de dispositivos médicos en la nación, lidia en su propio campo de batalla. Empresas y organismos han redoblado esfuerzos para atraer inversión extranjera directa.
Aquí, la pandemia dejó una lección clara: la salud es prioridad global, y Baja California tiene lo necesario para seguir siendo un jugador clave en esta industria.
Por su parte, los parques industriales de la región, repletos de manufactura avanzada, son la espina dorsal de la economía estatal.
Los expertos sugieren que 2025 podría ser el año en que se dé un salto hacia la producción de mayor valor agregado.
La adopción de nuevas tecnologías, siendo preponderante la Inteligencia Artificial, y la creación de ecosistemas industriales más integrados, serán esenciales para mantener su posición como líder nacional en exportaciones manufactureras.
Acompañando estos ejes de crecimiento, el sector inmobiliario se verá consolidado en su estabilidad y expansión, reafirmando su papel como uno de los pilares económicos; la demanda de espacios modernos y sostenibles marca el ritmo de una industria que sigue siendo una apuesta segura para el desarrollo.
Deporte y gastronomía
El deporte en la región Cali-Baja es un motor de cohesión social, y también un vehículo para destacar en el escenario nacional e internacional.
Baja California ha sido cuna de deportistas de élite que se han consolidado como referentes en disciplinas como el atletismo, boxeo y deportes acuáticos, buscando mantenerse hegemónicos en el país y compitiendo al más alto nivel.
En 2025, el debut de San Diego FC en la MLS suma un nuevo capítulo emocionante para los aficionados de la región.
Con la posibilidad de ver a jugadores de talla mundial como Lionel Messi y la visita de figuras legendarias como David Beckham, la frontera se convierte en un epicentro deportivo, que en este 2024 ha vuelto a resurgir con la gran campaña de Xolos en la Liga Mx, y el excelente trabajo que realizaron sus directivos.
Con respecto a la gastronomía, Baja California continúa conquistando los paladares más exigentes, y 2025 podría ser el año en que la región sume nuevas estrellas Michelin a su repertorio.
Chefs renombrados, con propuestas innovadoras y creativas, han consolidado a Tijuana y el Valle de Guadalupe como destinos gastronómicos de primer nivel.
Un año para remarcar el liderazgo
Por lo pronto, el 2025 es el momento perfecto para reimaginar el futuro de Baja California.
Las amenazas externas pueden ser la chispa que encienda una transformación interna. Con sectores sólidos, una ubicación privilegiada y una visión clara, tenemos lo necesario para resistir, y, sobre todo, prosperar en este nuevo capítulo.
En nuestras calles y oficinas, nos defendemos con trabajo arduo y de calidad, porque sabemos que el futuro no depende exclusivamente de decisiones ajenas, sino de la capacidad que mostremos para adaptarnos, innovar y mantener nuestro lugar como pieza clave en el tablero económico global.
No es que seamos Nostradamus, pero, en 12 meses, estaremos escribiendo esta columna y analizando cómo habremos salido adelante de manera exitosa en 2025. Al tiempo.
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