En la Riviera Maya, donde la exuberante naturaleza y la cultura maya se fusionan, está emergiendo un movimiento gastronómico que pone el foco en la sustentabilidad y el respeto por el entorno natural.
Este concepto, liderado por el chef argentino Marcos Walfisch, busca transformar la forma en que se vive y disfruta la gastronomía, no solo a través de ingredientes frescos y locales, sino también mediante prácticas sostenibles que conectan la cocina con la tierra y la comunidad.
«La zona en la que estamos ubicados no es solo playas y resorts, es también un epicentro de biodiversidad que necesita ser protegido», comenta Marcos Walfisch, chef ejecutivo del restaurante Fuegos de Xul-Ha, que desde 2006 vive en México. “A través de Honest Food, estamos promoviendo una cocina que respeta el entorno natural y trabaja de la mano con productores locales para ofrecer una experiencia culinaria auténtica y sustentable”.
El turismo en la región del Caribe Mexicano representa el 87% de los ingresos turísticos de Quintana Roo, y con ello surge una mayor demanda por experiencias gastronómicas de alta calidad. De acuerdo con el Consejo de Promoción Turística de México, el turismo sustentable ha crecido un 22% en la última década, impulsado por visitantes que buscan destinos con conciencia ecológica y un impacto positivo en las comunidades locales.
En este contexto, el concepto de «Comida Honesta» o «Alimentos Honestos», que hace referencia a un enfoque que busca ofrecer un menú natural y transparente en cuanto al origen de sus ingredientes y el proceso de elaboración, ha captado la atención no solo de los turistas internacionales, sino también de los locales, que ven en este movimiento una oportunidad para revalorizar y proteger sus propios recursos.
Uno de los pilares con los que trabaja Marcos, es su compromiso con el uso de ingredientes locales de temporada. Está especializado en gastronomía sustentable, consciente y tradicional mexicana, utilizando alimentos de sus propios huertos en sus cuidadosas preparaciones, así como productos típicos regionales para incentivar su consumo y ayudar a los productores de la región.
Además, este restaurante, en el que solo se cocina con leña, basa su oferta gastronómica en una fusión de sabores extraídos de los viajes realizados por Walfisch en Latinoamérica. Asimismo, se utilizan diferentes métodos de cocción como parrillas, “pib” (horno bajo tierra) horno de barro y jaulas para crear una comida natural, rústica, llena de aromas, sabores ahumados y tatemados, característica única de los alimentos asados o tostados directamente al fuego, lo que genera una explosión de sensaciones inolvidables al paladar.
Este movimiento gastronómico no solo se trata de ofrecer una experiencia de calidad, sino de educar al público sobre la importancia de consumir de manera responsable. Según datos de la Organización Mundial del Turismo, el 75% de los turistas que visitan México muestran interés por experiencias que ofrezcan un impacto ambiental positivo, y el sector gastronómico está a la vanguardia de esta tendencia.
De hecho, la famosa Guía Michelin sigue expandiendo su reconocimiento hacia destinos que sobresalen por su gastronomía única e inconfundible. México se ha unido recientemente a esta lista selecta, celebrando su primera gala histórica el pasado 14 de mayo, donde se reveló la primera selección que la prestigiosa guía ha dedicado al país, donde Quintana Roo recibió 3 estrellas y 4 menciones, siendo uno de los restaurantes reconocidos con su primera estrella, Le Chique, ubicado en Puerto Morelos.
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