Por: Edgar Ortiz Ángel / Coordinador en BC “Que Siga la Democracia” y promotor de la Dra. Claudia Sheinbaum
Lema revolucionario de Francisco I. Madero, de la autoría de José Vasconcelos e impulsado años antes por Porfirio Diaz.
En esta frase se encierra la esencia de la Revolución Mexicana. El General Díaz gobernó durante 30 años, en un periodo mejor conocido como el Porfiriato.
Con una democracia simulada, Díaz se reeligió en 9 ocasiones en un sistema donde proliferaron las privatizaciones, la desigualdad y la pobreza. Aunque hubo avances tecnológicos y modernización de la industria, todo fue a costa de un pueblo esclavizado. La ley que prevalecía era la que dictara don Porfirio; es decir, era una dictadura.
Gracias a la protesta de los mexicanos, guiados por las ideas de los Flores Magón, el espíritu democrático de Madero, la valentía de Zapata y la organización de Villa, se logró el levantamiento armado. Este movimiento luchó por acabar con la pobreza, la desigualdad y la dictadura.
Así se acaban las reelecciones en el país, quedando redactado en la Constitución de 1917. La reelección había sido derrotada por la Revolución y el sacrificio de más de un millón de mexicanos.
Por supuesto, con los primeros gobiernos de caudillos, se modificó nuevamente la Carta Magna en 1927 para permitir la reelección no continua de Obregón, quien fue asesinado tras su segundo triunfo.
Posterior a esto, se intentó permanecer en el poder, ya no directamente, sino a través de presidentes manejados por el jefe máximo de la Revolución durante el periodo conocido como el Maximato. En esta época, Plutarco Elías Calles impuso a tres presidentes de México bajo su control. No fue hasta la llegada de Cárdenas que este le pidió a Calles que dejara el país, poniendo así fin a la reelección disfrazada.”
Con la Reforma del 27 llegaron los periodos sexenales y diferentes presidentes, y con la Reforma del 1933 se prohíbe cualquier forma de reelección para el cargo de presidente de la República.
Desde los años 30 hasta el 2014, la reelección solo era un viejo recuerdo que estudiábamos en los libros de texto y que habíamos enterrado con el triunfo de la Revolución. No fue hasta la llegada del Pacto por México, encabezado por Enrique Peña Nieto y los partidos del PRI, PAN y PRD, que se dieron paso a las reformas estructurales que “salvarían a México”. Entre ellas, la reforma político-electoral revivió el fantasma de la reelección, permitiendo la misma hasta por cuatro periodos continuos en diputados, senadores y ayuntamientos. Habiendo pasado 100 años del movimiento social, tuvo que llegar la derecha conservadora para dar marcha atrás a este logro histórico, y la reelección permanece en distintas elecciones federales y locales.
Es preciso mencionar a manera de dato histórico que pocos hablaban al respecto sobre este tema, entre ellos en 2018 con la llegada de López Obrador quien siempre se pronunció como un Maderista en contra de la reelección. La reelección fue uno de los temas pendientes de su sexenio, dentro de las reformas que se lograron en su sexenio. Con la campaña presidencial de 2024 por parte de la Dra. Claudia Sheinbaum, se pronunció en el mismo sentido que el presidente, sufragio efectivo, no reelección, y como promesa de campaña se comprometió a impulsar esta agenda.
Hoy ya como presidenta electa, junto al actual presidente AMLO, promueven una reforma política electoral para volver a derrotar al enemigo de la democracia.
Los mexicanos han manifestado estar en contra de que un político se perpetúe en una silla, dejando de lado la posibilidad de que lleguen nuevos personajes que puedan aportar ideas frescas siguiendo por supuesto los ideales de los proyectos, pero que exista el relevo generacional y acabar con los vicios del pasado en donde un político era diputado o senador por muchos años y que también era a su vez el dirigente partidista o con alguna posición de decisión dentro de un partido, siendo así que una sola persona recaigan varias posiciones a la vez.
El acumular el poder y el apego al mismo es el camino para el tirano, el enamorarse de una silla pasajera te puede hacer cometer errores, pero también atrocidades con tal de no dejarla ir. Bien dicen en alguna famosa película “o que mueres siendo un héroe o vives lo suficiente para convertirte en villano”.
Para finalizar, es importante reconocer que hoy, después de más de 100 años de haber derrotado a la reelección, la cual fue revivida por el PRIAN, el presidente López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum impulsan en el Congreso, con la mayoría de los próximos legisladores, el famoso Plan C. Entre las muchas propuestas, se dará marcha atrás al apego al poder y se reivindicará a la Revolución Mexicana, sus víctimas y héroes. Será recordado para la posteridad la Reforma Constitucional del 2024, en donde se retoma el lema revolucionario de ‘Sufragio Efectivo, No Reelección’.
Comments