Maru Rique de Vargas: liderazgo en labor altruista

Con el apoyo de 2 mil 500 voluntarios la activista tijuanense aporta empatía y solidaridad por medio del modelo de alianza filantrópica binacional que inició hace tres años.

Motivada a unir a las comunidades de la región y mostrar los valores que nos caracterizan como mexicanos, la fundadora de la organización sin fines de lucro Tijuana Sin Hambre, Maru Rique de Vargas, demuestra su mando como mujer y ser humano en altruismo social, estando al frente de la noble labor de brindar alimento a los más necesitados.

Esparciendo el mensaje de: “crear un futuro nutrido y padres motivados”, Maru enfatiza en el trabajo comunitario y la suma de esfuerzos. “Quisimos hacer algo por nuestra ciudad que nos ha dado tanto. Hasta la fecha somos más de 2 mil 500 voluntarios activos con esta gran cocina brindando esperanza a las personas”, apunta Vargas, quien estrecha lazos de manera binacional con This Is About Humanity, comunidad dedicada a crear conciencia sobre las familias, niños separados y reunificados en la frontera, la cual ha tenido como aliados a Jeff Bezos (presidente ejecutivo de Amazon); la empresaria Kris Jenner, la actriz y productora Eva Longoria, entre otras figuras mediáticas e influyentes. 

“Veía cuáles eran las necesidades de cada familia, queremos que la gente se una. Me di cuenta que la salud lo es todo y no hay nada comprado”, asegura la tijuanense, sumando que la pandemia cambió su perspectiva referente al valor de la vida y unión, apoyando a más de 60 mil personas al mes entre albergues y orfanatos en Tijuana entregando 3 mil comidas diarias. 

“Para mí es importante siempre levantarse con un propósito y hoy por hoy, es un honor y privilegio poder ayudar a la gente cuando se encuentran, probablemente, en el peor momento de su vida”, expresa. 

Como bajacaliforniana, persona con principios y sentido de pertenencia, la misión de la activista es formar parte del sistema que acabe con el hambre en esta frontera. “Me motiva a que ninguna otra persona sufra de hambre o no tenga qué comer. Entregamos comidas de lunes a viernes, por lo que todos los días tienen algo que llevarse a la boca. Lo que me llena de satisfacción es que lleguen, me abrazan y agradecen por lo que hacemos (…) Para mí esto no es un trabajo, es una pasión”, reflexiona sobre su labor.