A finales del mes de marzo, a causa de las fuertes lluvias acontecidas en la ciudad, se produjeron diferentes desastres.
Los de mayor trascendencia fueron el deslave en la carretera de acceso a Playas de Tijuana, provocando el cierre de carriles, y la caída de un edificio de departamentos en La Sierra, lo que en su momento ocasionó el cierre de la vialidad.
Para el Dr. Juan Manuel Rodríguez Esteves, director del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente de El Colegio de la Frontera Norte (EL COLEF), estos acontecimientos son la consecuencia de una planeación (urbana) que no se ha consolidado.
El especialista señaló que Tijuana se encuentra asentada sobre un territorio dífícil, en términos hidrológicos. Alrededor de un 30-40% de la ciudad está asentada sobre cañones.
Lo anterior implica que las edificaciones se encuentran sobre superficies pequeñas, lo que genera que, al llover, se den inundaciones de manera imprevista.
Asimismo, una segunda consecuencia, que se encuentra directamente relacionada, es la remoción de tierra, lo que se conoce como deslave y deslizamiento.
El proceso de planeación urbana es complicado, comentó el investigador, dado que las dinámicas de crecimiento de la ciudad son muy acelaradas.
Esto genera que datos de un año atrás, ya no sean del todo útiles para elaborar estrategias.
Sin embargo, puntualizó que hay que atender y prevenir este tipo de situaciones.
Finalmente, mencionó que hay medidas estructurales, lo que se refiere a las propias edificaciones o infraestructura de la ciudad, pero también las que son de carácter de políticas públicas y culturales, por parte de la población.
Comments