By Su familia cruzó océanos y continentes desde su natal Damasco, Siria, sorteando peligros y penurias, hasta lograr instalarse en Mexicali en 1921. Una gran travesía que sus antecesores realizaron con esfuerzo sobrehumano. De esta familia migrante, como tantas en Baja California, proviene Rodolfo Nelson Culebro, un hombre “Tocado por el destino”, ese que se labra de generación en generación, con esfuerzo y un empírico talento emprendedor.
Para conseguir ser lo que ahora es, Rodolfo Nelson Culebro prácticamente se fundió a la vida de su padre Rodolfo Nelson Bárbara, con objeto de aprender todo lo que hacía su progenitor en el comercio internacional (con Asia, por ejemplo), en el terreno inmobiliario y posteriormente en la promoción de la industrialización de Mexicali mediante la maquila.
El mérito más grande de Rodolfo Nelson Culebro fue seguir al pie de la letra las enseñanzas del padre, darle continuidad y brillo al legado moral y a la riqueza material que dejó a su partida en 1996, Rodolfo Nelson Bárbara.
Actualmente, hablar del desarrollo económico en general, y del industrial en particular, es hablar de uno de sus protagonistas: Rodolfo Nelson hijo, a quien la comunidad mexicalense ha sabido reconocer su contribución a la vida de la capital de estado y respetar el nombre de sus predecesores y el esfuerzo que hicieron para forjarse un presente y un futuro ahí.
Grupo Nelson es en realidad la línea directa generacional entre los “Rodolfos” tanto en lo moral como en lo económico. Para Rodolfo Nelson Culebro, la sucesión no es otra cosa que continuar con los mismos preceptos de empresa y trabajo, disciplina y creatividad de cara al futuro.
“Rodolfo” como es conocido respetuosamente por los mexicalenses, habla de la transformación que registró la original maquila que llegó en los años 60s de la mano de su padre. “Ahora ya no es maquila; ya se transformó, ahora es manufactura de productos, todo el proceso”.
El Parque Industrial “El vigía”, creado en 1977 por la familia Nelson, es el vivo ejemplo de la huella perpetuada que van dejando ya tres generaciones: su padre, él, y ahora sus hijos. “Mi padre construyó el primer edificio; y construí otros y los hijos y nietos están mejorándolo todo.
Rodolfo Nelson Culebro heredó del padre el rigor, la disciplina, la reciedumbre y el instinto de supervivencia con los que pudo hacer prosperar un valle de Mexicali que por los años 20s era un páramo polvoriento y sin aparente porvenir. Y con ese legado creó un conglomerado de empresas y actividades diversas que son el reflejo inequívoco del tesón y la creatividad empresarial.
Por ejemplo, el empresario mexicalense vio crecer y desarrollarse la industria maquiladora que en los años 60s comenzó como una común ensambladora hasta convertirse hoy día en una industria de exportación (IMMEX), reconocida por el Gobierno de México y por los tratados internacionales de comercio. Un mérito más para la familia Nelson.
Los parques industriales y la promoción de esta nueva industria de exportación son ahora su principal actividad, aunque nunca ha dejado de estar vinculado con la comunidad con la que creció. En el sector educativo universitario ha participado en conferencias-testimonios aportando conocimiento y consejo a las nuevas generaciones de empresarios.
Rodolfo Nelson Culebro, es uno de los 100 líderes más destacados de Baja California.
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