Enchufas el secador, lo pegas al pelo todo lo posible y cuentas los minutos hasta que se seca. Con prisas y sin mimo. Luego llegas a la oficina y te preguntas por qué pareces un espantapájaros. Pues porque no te has secado como deberías. Hacerlo no es algo tan básico, hay trucos para conseguir dominar el cotidiano arte del secador. Aquí te los contamos.
NO ESCATIMES EN CHAMPÚ NI ACONDICIONADOR
El buen secado empieza antes de salir de la ducha, con la elección del champú y acondicionador adecuados. Cierran la cutícula, capa externa del pelo, y son imprescindibles para dar forma. Un mal producto además provoca la ruptura de la queratina, una de las proteínas más importantes del cabello, provocando un tacto áspero. Se trata, por tanto, de allanar el camino antes de la toalla, el secador y el cepillo.
ATENCIÓN A LOS PRELIMINARES
Antes de que el secador entre en acción, hay que retirar todo el agua posible: primero con una toalla, después con los dedos, y como último filtro, con un peine. El aire caliente no le sienta nada bien al pelo empapado.
POTENCIAR LO QUE YA EXISTE
«Hay que potenciar lo que ya existe», explica Xavi García, al frente del Salón 44, de referencia en Madrid. Si tu pelo es muy lacio no pretendas lucir una melena voluminosa como Gisele Bündchen. Conocer tu cabello es fundamental también para elegir la temperatura correcta del secador. La más baja es la más adecuada para pelos finos y dañados; la media es ideal evitar que los cabellos teñidos pierdan su color; mientras que uno fuerte y sano, nos permite utilizar temperaturas más altas, consiguiendo así el mejor acabado en el menor tiempo posible.
DE LA RAÍZ A LA PUNTA
El buen secado sigue un orden: «El secador debe estar lo más cerca posible del pelo sin quemar el cuero cabelludo. Para que quede natural, empezamos por la raíz y seguimos hasta la punta», explica Xavi García. Secamos con aire caliente y para proteger el pelo de los efectos nocivos del calor utilizamos un protector térmico.
DIVIDE Y VENCERÁS
Separa tu cabello en dos o tres secciones, para secarlas por partes. «Es importante que el aire dé bien en la parte del pelo que queremos», apunta el peluquero de celebs Ken Pavés (por sus manos han pasado Jessica Simpson, Eva Longoria…), enhairboutique.com. Para ello, es de gran ayuda la boquilla para dirigir que viene con el secador y que seguramente más de uno tiene guardada en la caja, en el fondo del armario.
REMATA LA FAENA
Muchos utilizan el aire frío para secar, creyendo que de esta manera dañan menos su cabello. Error. Es para fijar, después de haberlo secado con el caliente. Además, aporta brillo, según asegura la web especializada bodyandsoul.com.
¿CON O SIN CEPILLO?
Xavi García explica que lo mejor, si tenemos el pelo liso, «es usar un cepillo plano cuando nos sequemos». Si, en cambio, lo nuestro es una mata de rizos, debemos utilizar un difusor con el secador, para expandir bien el calor. Por cierto, deja siempre algo de humedad: el cabello así no se reseca, recomiendan los expertos.
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