By Al menos 1.119 iraquíes murieron en septiembre a causa de la violencia, dijo la ONU el miércoles pero la cifra real seguramente es mucho mayor, porque el reporte no incluye asesinatos en áreas bajo control del grupo Estado Islámico.
Irak ha enfrentado una crisis sin precedentes — su peor desde la retirada de las tropas estadounidenses en el 2011 — luego que el grupo extremista suní tomó el control de una tercera parte del país en una ofensiva a mediados del año.
La arremetida de los milicianos islámicos sorprendió al ejército iraquí y las fuerzas de seguridad, que se desmoronaron a medida que los extremistas avanzaron y capturaron importantes ciudades y pueblos. Los extremistas han atacado a minorías religiosas, incluyendo cristianos, asesinando a miles y forzando a centenares de miles a abandonar sus hogares.
El Estado Islámico tomó vastas secciones en Irak y Siria, declarando un califato en el territorio entre los dos países e imponiendo la sharia, una versión extrema de la ley islámica.
Respaldadas por ataques aéreos de una coalición internacional encabezada por Estados Unidos, fuerzas del gobierno iraquí, combatientes curdos y milicias chiíes han estado combatiendo para recuperar territorio tomado por el Estado Islámico.
La misión de la ONU en Bagdad no tiene acceso a las áreas donde ocurren los combates. Las cifras dadas a conocer el miércoles en el reporte mensual de la ONU son «el mínimo absoluto» de muertes y no incluyen las ocurridas en la provincia occidental de Anbar ni otras áreas bajo control del Estado Islámico en el norte de Irak, dijo la ONU.
La cifra incluye 854 civiles y 265 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes. Otros 1.946 iraquíes fueron heridos en septiembre, añade el reporte. La ciudad más afectada fue Bagdad, con 352 civiles muertos.
La cifra de fallecidos en agosto quedó en 1.420. En junio, cuando el Estado Islámico lanzó su ofensiva, 2.400 personas murieron. Esa fue la cifra más alta desde al menos abril del 2005.
El miércoles, un atacante suicida estrelló su camioneta cargada con explosivos contra un retén policial en una carretera al sur de Bagdad, con un saldo de siete muertos — cuatro civiles y tres policías, dijeron un agente policial y un funcionario médico. Añadieron que 24 personas fueron heridas en la explosión
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