Con la mano en la cintura, diputados del PRI y del PAN, y sus comparsas de Nueva Alianza y del PVEM, desintegraron la estructura corporativa histórica de PEMEX y de CFE.
Aunque todo mundo reconoció que PEMEX es una empresa de clase mundial, no les importo pasar por sobre la Ley anterior, por su organigrama interno y por su estructura que muchos millones de dólares produce al dia.
Lo que ellos buscaban, era cambiar los paradigmas de éxito, para adaptar los esquemas que imponen los ordenamientos extranjeros. Por supuesto ningún diputado es versado en finanzas internacionales sobre temas del petróleo, lo que impero fue la sumisión a los designios derivados del Grupo de Poder que gobierna a este país.
Después de 14 horas y media de debate, el pleno de la Cámara de Diputados avaló en lo general y en lo particular el tercer dictamen de las leyes secundarias en materia energética con las que se crean las leyes de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad.
Este dictamen contempla, entre otros temas, la posibilidad de que el gobierno Federal absorba los pasivos laborales de Pemex y CFE, mismas que serán ratificadas cuando se aborde la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
En estas leyes, se cambia de manera sustancial a ambas paraestatales pues se pretende que se «autogobiernen» y tengan «autonomía presupuestal y de deuda», con esto se le quita el control que ha tenido Hacienda sobre las dos paraestatales.
A este dictamen se le hicieron modificaciones para que en los Consejos de Administración, tanto de Pemex como de CFE, participen «testigos sociales» para denunciar actos de corrupción.
En la reserva pactada entre el PRI y el PAN, los «testigos sociales» participarán en calidad de observador en las distintas etapas de contratación de ambas empresas: emitirán un testimonio final que incluya sus observaciones y, en su caso, recomendaciones respecto a la contratación que se trate.
Y «en su caso, dar aviso de las irregularidades que detecte a la Auditoría Interna y a la Unidad de Responsabilidad», detalla la modificación a la fracción III del artículo 76 de la Ley de Pemex.
El dictamen que expiden la Ley de Petróleos Mexicanos y la Ley de la Comisión Federal de Electricidad otorga a los Consejos de Administración de cada empresa que autoricen -sin la intervención ni autorización de la Secretaría de Hacienda- su presupuesto, el destino de sus ingresos por excedentes y las políticas para contratar deuda.
Esta modificación también le otorga la potestad a Pemex y a la CFE para determinar sus tabuladores, estructura orgánica, políticas de recursos humanos, sus propias reglas de austeridad, diferentes a las del resto del gobierno, las reglas y políticas para sus inversiones (sin necesidad de registro alguno ante Hacienda) y las adecuaciones a sus presupuestos.
El presidente de la Mesa Directiva, el panista José González Morfín, citó para las 13 horas del día de este jueves para reanudar la sesión y continuar con el cuarto dictamen energético.
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